jueves, 25 de octubre de 2012

Presidencialismo y corporativismo mexicano.


El presidencialismo ha generado en nuestra historia reciente  y sobre todo por sus características intrínsecas como sistema- un desequilibrio en la organización republicana. Esto porque ha implicado una abultada concentración de facultades en uno de los tres Poderes públicos: el Poder Ejecutivo. Y además, en concordancia con esa concentración de facultades, el Estado ha terminado planificando y ejecutando medidas que surgen de decisiones de un solo sector político de la sociedad: el sector que detenta el gobierno, el sector que ha sido elegido por el voto directo para ejercer el Poder Ejecutivo.

Por partido de Estado ( P.N.R. , P.R.M. , P.R.I. ) suele entenderse el régimen político en el cual el gobierno establece y dirige una organización política que tiene por objeto agrupar a una parte de la población, con el fin de controlar su voto para la realización formal de las elecciones. El Partido y el Corporativismo surgieron estrechamente vinculados, ya que el Partido se dio a la tarea de organizar a campesinos, obreros y profesionistas, esfuerzo del que más tarde surgieron la Confederación de Trabajadores de México( CTM ) en febrero de 1936 y la Confederación Nacional Campesina ( CNC ) en agosto de 1938; el partido impulsaba la organización corporativa y él mismo adoptó una estructura similar en marzo de 1938, cuando se transformó en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM ) constituido por cuatro sectores: obrero representado básicamente.

Un claro ejemplo de el corporativismo mexicano es los normalistas en Michoacán. Las escuelas normalistas fueron creadas para educar a la gente pobre que vive en el campo. Esto se convirtió una oportunidad de trabajo para la gente pobre, dado a que convirtiéndose en maestros para las escuelas normalistas se convirtió en una oportunidad para salir de pobres. Esto ha generado que los maestros de los normalistas no se conviertan maestros por vocación, sino para salir de pobres. Con la nueva reforma educativa, los maestros se han convertido ineficientes y como están en la posibilidad de perder sus empleos están en contra. En el fondo de todo este problema, lo que los maestros quieren son más plazas de trabajo. Este problema (el querer más plazas), no es la primera vez que pasa y tampoco la primera vez que el gobierno cede en dárselas. Esto se debe a que el gobierno tiene que mantenerlos tranquilos y "contentos" para que esta corporación de maestros le siga brindando apoyo a un partido en específico.

Esta forma de organización política implementada en México, que Mario Vargas Llosa denominó recientemente la Dictadura Perfecta, se mantuvo vigente hasta el dos de julio pasado en que el triunfo del Partido Acción Nacional y su candidato Vicente Fox, marcó el inicio de la alternancia en la presidencia de la República y el fin del control priísta en el sistema político mexicano, acontecimiento que necesariamente modifica la relación entre los tres elementos mencionados
anteriormente como los pilares de la política mexicana.

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