jueves, 6 de septiembre de 2012

Resumen de "Los límites de la soberanía del Estado en un contexto de configuración supranacional." por Lloyd de Villamor Morgan-Evans.


AUTORES CLÁSICOS DEL CONCEPTO DE SOBERANÍA: MAQUIAVELO, BODINO, HOBBES, LOCKE, ROUSSEAU Y KANT.

En relación al concepto de soberanía, encontramos ya en los autores clásicos alusiones al término. Por ejemplo Aristóteles, diferenciaba entre formas puras e impuras de gobernar, estableciendo la residencia de la soberanía en la Ley. No obstante, el origen de la expresión es más tardío. Es preciso destacar que el concepto inicial de soberanía se ve muy influido por el contexto histórico en que surge, por la pretensión de que la monarquía y el Estado se impusieran frente al Imperio y al Papado.

Maquiavelo: El pensamiento de Maquiavelo desarrolla inicialmente en su obra El Príncipe (1513) la palabra stato, para designar la nueva forma de unidad política. Maquiavelo se preocupaba por la mecánica del gobierno, los medios con los que se puede fortalecer el Estado; separa la política de la moral al destacar que el fin del Estado justifica cualquier tipo de medios, independientemente de la moralidad o religión del pueblo. De esta manera, Maquiavelo propone la existencia de un Estado absolutista en donde el monarca encarna la soberanía absoluta.

Bodino: Define la soberanía como «el poder supremo sobre los ciudadanos y los súbditos, no sometido a las leyes». Señala que la soberanía es perpetua, inalienable y no está sujeta a prescripción. Tal como lo había hecho Maquiavelo anteriormente, se inclina por la forma monárquica de gobierno, al señalar que el único Estado realmente bien ordenado es aquel en que la soberanía es indivisa porque reside en una sola persona, que corresponde al Príncipe; consiste en la posibilidad de dictar y aplicar las leyes.

Hobbes: Hobbes también se adscribe dentro de las teorías a favor de la monarquía absoluta, al hacer residir la soberanía en el monarca absoluto. Hobbes cree en la inclinación antisocial de los hombres, por lo que considera que es necesario establecer un pacto entre la comunidad a través del cual éstos renuncian a unos derechos que serán irrecuperables posteriormente y que quedarán en manos del monarca. El poder soberano se justifica por su eficacia y por su utilidad para conseguir sus fines; según Hobbes, la resistencia al soberano se presenta cuando el gobierno sea incapaz de establecer la seguridad para los súbditos. Hobbes coincide con Maquiavelo y Bodino en el hecho de la afirmación de la monarquía absoluta y por tanto, defienden la indivisibilidad de la soberanía, a la que hace residir en el monarca.

Locke: Locke, a diferencia de Hobbes, sostiene que el Estado de naturaleza es uno de paz y cooperación. El único defecto es que este Estado de naturaleza carece de organización por lo que es necesario establecer un pacto en la sociedad, otorgando al gobierno –específicamente al Rey, pero también al Parlamento y a los demás órganos políticos– la capacidad para instaurar el orden.


Rousseau: Rousseau, en su obra El Contrato Social (1762) traslada la titularidad de la soberanía del monarca al pueblo, naciendo de esta manera el principio de la soberanía popular. También parte de la premisa de un contrato por el que se crea la sociedad y el Estado.
Según Rousseau, la soberanía es indivisible e inalienable y pertenece sólo al pueblo, en tanto que el gobierno es un mero órgano con poderes delegados al que se le pueden retirar o modificar, según lo que quiera la voluntad del pueblo.

Kant: Para Kant el soberano de los Estados es el pueblo, y la expresión de esta idea se cristaliza en el proceso legislativo a partir del cual se tutelan los derechos y las libertades individuales.
La obra legislativa que del parlamento emana, debe someterse a la organización establecida por el pacto y el contrato sociales.
Por lo que para Kant, el origen del Estado, y por ello el de su naturaleza política se puede encontrar en el Contrato Social. La finalidad del Estado se sostiene a partir del reconocimiento y del respeto de los derechos individuales.
Kant comprende la libertad moral del conjunto social, dicho respeto sólo se puede conseguir mediante la Ley.
Kant estima que el componente de todo Estado, en esencia son sus hombres, ellos deben someterse principalmente al fin de su moralidad, y buscar en el Estado la posibilidad de la realización de ese fin; el Estado no deberá por eso pretender usar a los hombres como medios para conseguir sus propias metas.

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