domingo, 30 de septiembre de 2012

Reflexión del capítulo 4 de "Sobre la Revolución" de Hannah Arendt.


El fin de la revolución es la libertad, pero para asegurarla debe existir una constitución y lo ejemplifica de manera clara en palabras de Jhon Adams ºni la moral, ni la riqueza, ni la disciplina de los ejércitos, ni el conjunto de todas estas cosas, se logrará sin una constitución." El problema central que encuentra Arendt sobre las constituciones es que estas no contienen nada de revolucionarias (ni en contenido, ni en origen), ya que un gobierno constitucional es un gobierno limitado por el derecho y la salvaguardia de las libertades civiles mediante garantías constitucionales, estas limitan el poder del gobierno, y las libertades que el gobierno constitucional garantiza son de carácter negativo, el voto o los impuestos es solamente una salvaguarda de éste. La diferencia entre la versión americana y francesa, es que la primera proclama la necesidad de gobiernos civilizados para toda la humanidad, y la segunda es que proclama la existencia de derechos con independencia ya l margen del cuerpo político y llega a identificar estos pretendidos derechos. El error de los hombres de la revolución francesa fue creer que el poder y el derecho tenían su origen en la misma fuente. En cambio la constitución norteamericana deriva su autoridad general en autoridades subordinadas, o corporaciones subordinadas. Estas conservaban el poder entre cada corporación, su fuente de autoridad.

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